miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mejorando como máster III y final. Gestión de la mesa

Ésta es la última entrada perteneciente a mis reflexiones a la hora de mejorar como máster. La primera entrada está aquí Mejorando como máster I y la segunda aquí Mejorando como máster II. Mi intención es hablar de algunos aspectos que he ido poco a poco introduciendo en las partidas y que en algunos casos me han funcionado mejor que otros.

Número y "calidad" de los jugadores


Este es uno de los casos más comprometidos de tratar. El número de jugadores con el que se cuenta en una partida puede variar mucho. El problema viene a la hora de como juegan esos jugadores. Atendiendo sólo al número, para mi el ideal está entre 3 y 5 jugadores, siendo el mejor número 4. En estos términos la mesa se mueve bien. Cuando aumenta el número de jugadores, aumenta la complicación para el máster y se pone peor cuando el juego se basa en la interacción entre jugadores y hay muchos pnjs en donde hay secretos, traiciones, cotilleos, etc.

Aparte del número está la "calidad" de los jugadores. Si tienes un jugador troll te puedes despedir de todo lo que habías pensado para la partida. Posiblemente como director tengas que estar preocupándote más de intentar dar cohesión a lo que este tipo de jugadores hace en vez de a la partida.

Contra el número no se puede hacer nada. Depende mucho de donde juegues y con cuantos amigos lo hagas. Al final no es decoroso en un grupo decir "tu no, que eres un capullo y tu tampoco porque no te lo tomas en serio". Como dice en el manual de Leyenda de los 5 Anillos, en las partidas hay una especie de contrato social. Además del buen comportamiento en la mesa y el poner un poco de cada uno, yo suelo tener estas "clausulas":
    • No munchkin. No me gustan los personajes munchkin. Los odio con todo mi alma. De hecho, me gusta charlar con los jugadores y hacer entre ellos y yo mismo el personaje, aconsejándolos como máster.
    • Aviso a roleantes, quiero contar una historia. Para mi (aunque esto daría para un tochopost)  una de las cosas que representa el rol es una historia interactiva. Para ello hay que evitar caer en la confrontación máster-jugadores o en la partida en la que el director hace lo que los jugadores le piden. El equilibrio, como siempre, en un término medio. Por eso antes de empezar dejo claro que no quiero trolls en la mesa. Hace tiempo en algún blog o podcast escuché un poco sobre algo como coherencia narrativa. Un enano y un elfo se van a llevar de culo. La diferencia entre poder contar una historia y no hacerlo es que uno de los dos acabe muerto a los diez minutos de juego.
    • Preparación de las partidas como jugador. Chicos, que si yo meto mis horas para daros un buen material, que menos que los jugadores se miren las reglas, se preparen unos buenos trasfondos, se involucren y además, me ayuden cuando lo necesito, sabiéndose las reglas igual o mejor que yo.

Mejora continua


La mejor forma de mejorar es hacerlo siempre, después de cada partida. Ganar experiencia en cada sesión, para no repetir lo que se aprendió en la primera vez de máster cuarenta años.

Siempre es importante preguntar a los jugadores que les ha parecido la sesión y hablar sobre todas las cosas que son mejorables. Escuchar lo que esperan de sus personajes, cuales son sus motivaciones en las partidas, y en definitiva, conocerles para darles un poco de lo que quieren. Como jugador, cuando mejor me lo paso es cuando consigo profundizar la idea de personaje que tengo en mente, pese a los contratiempos y todo lo que sucede en la partida. La cosa es que el máster no te lleve a jugar con un personaje que no te gusta en una situación que no te gusta.

En definitiva, lo mejor que se puede hacer para mejorar es pararse a pensar un poco después de cada partida, analizar sin miedo los puntos flacos y ponerles remedio.

¡Un saludo y que los dados os sean favorables!

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