lunes, 30 de enero de 2012

¿Cómo empezaste en el Rol?

Esto que ahora es una entrada, en un principio iba a ser una respuesta a la pregunta lanzada por el Círculo de Zerom. Antes de entrar en harina, esta especie de "carteo" entre blogs me encanta. Desde siempre me ha parecido interesante como años atrás, diversas figuras de su época se comunicaban mediante cartas y creaban "escuela" con lo que trataban. Junto al Carrusel Bloguero esta forma de comunicación es una maravilla, y aunque sigo pensando que el tema de las cartas tiene mucho encanto, no conozco a nadie que tenga ganas de ponerse a  comprar sellos cuando puede enviar un mail desde casa mientras ve la tele o está tirado en la cama.

Dicho todo esto vamos a responder la pregunta que da título a la entrada:

¿Cómo empezaste en el Rol?

Todo comenzó en el paso del colegio al instituto. El último año del colegio empecé a jugar al balonmano en el equipo del barrio. Mis aficiones por aquel entonces se limitaban a los cómics y al pokemon tanto en gameboy como en juego de cartas (que aún conservo). Algo de  Magic también jugué, pero más adelante. Ya por aquel entonces escuchaba Offspring y en general ya apuntaba maneras al heavy y al rock, pero poquita cosa.

El primer año de instituto transcurrió sin especial novedad. Por aquel entonces todavía a los 12 años se era un niño, así que pasaba las tardes metiendo horas al Diablo II y al Commandos. Nunca tuve (ni tengo) videoconsola y cuando he tenido ordenadores tampoco han sido tan potentes como para estar con los juegos más modernos. Además, por aquel entonces mi padre trabajaba fuera durante la semana así que los fines de semana los pasábamos enteros en familia.

Si que seguía jugando al balonmano. A mediados de curso apareció por el equipo un chaval. La madre era amiga del entrenador y el chaval era muy tímido así que lo típico es meterle a actividades en grupo, y esta vez tocó balonmano. La gente del equipo en un principio le metía mucha caña. Siempre he estado en contra de eso (igual porque cuando era más pequeño todavía era un cabrón redomao) así que era simpático con el chaval y procuraba llevarme bien con él.

Un día, tras un partido me invitó a ir con él por la tarde a un local, donde se jugaba al warhammer. Yo conocía algo de esas "figuritas" de verlas en la tienda cuando iba a jugar a las cartas de Pokémon, pero poco más.

Aquella tarde, que no se muy bien poner fecha se desató en mi algo que ya llevaba mucho tiempo fraguándose. Tras ver aquello pensé "Esto es lo mío". Así que a la semana siguiente tenía el codex de Elfos Oscuros de sexta, un regimiento de lanceros y un jinete negro. 

Ya en el instituto los fines de semana empezaba a dedicarlos a estas cosas prácticamente por completo. Iba siempre que podía al local. Empecé mis andanzas con el heavy en 2º de la ESO mediante un cd grabado de Hammerfall y me iba curtiendo con el warhammer y todo el mundillo en general.

Un día llegó a la asociación el "jefazo". Era un chaval un año o dos mayor que yo, pero que parecía llevar en el tema del warhammer y el rol toda la vida, y era más o menos la cabeza visible del local en el que jugábamos (era él el responsable de que estuviésemos allí y de que nadie tirase sillas por las ventanas y todo eso).

Traía un libro. Warhammer Fantasía Juego de Rol. La primera vez que me dijeron que iba a jugar al rol me puse muy nervioso. Todavía estaba el tema de los asesinatos muy presente así que la verdad, no sabía muy bien donde me metía. La primera partida fue como son las primeras veces en estos casos (en estos malpensaos! xD) un desastre. Preo un desastre de los que quieres repetir. Tengo todavía mi primer personaje guardado por ahí. Un comerciante que se llamaba Hans Hendelhammer.

El juego me fascinó. Todas aquellas tablas y reglas, los dibujos en blanco y negro. Una pasada. En cuanto tuve dinero me hice con él. Ya había empezado en el mundo del rol y además iba para largo.

Cuando lo llevé a casa y les dije a mis padres "mirad lo que he comprado", casi me echan de casa o queman el libro. Empezaron a decir que eso era brujería, que si con eso se mataba gente y todas estas mierdas que gracias a los putos medios de información de este país la gente piensa de los juegos de rol.

Con el tiempo se vio que no. Que aquello no mataba a nadie. Que no había cambiado nada en mi, salvo que ahora leía mucho más (siempre he leído mucho) y además pasaba más tiempo en casa.

Poco a poco fui creciendo. Por la asociación pasó bastante gente nueva, algunos para quedarse y otros para no volver. Muchos de los que estaban, que empezaron como niños con aquello del Warhammer, se hicieron mayores y se fueron olvidando.

A mi me paso algo parecido al entrar en bachillerato (cambiando de instituto) y luego al entrar en la universidad. Aparqué un poco el rol para dedicarme a lo propio en estos casos, fiesta y chicas. También tuve mi temporada otaku, pero el rol me seguía llamando mucho y cada poco compraba algún manual, aunque solo fuese para leerlo. Jugué partidas sueltas, con grupos muy diversos, hasta que hace unos 3 años tiré de agenda para llamar a la gente del local y del equipo. Empezamos en ese momento nuestra campaña legendaria y aquí seguimos, dos chavales de la asociación y uno del equipo (al que inicié yo mismo en esto del rol :D)

Quedan aquí muy someramente narrados entorno diez años de afición por el rol, y aunque lo he evitado decir en toda la entrada, por el frikismo, aunque creo que eso lo llevo encima desde mucho antes.

Un saludo

1 comentario:

  1. Gracias por el enlace y me alegro mucho haberte inspirado a la entrada :-)

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