domingo, 22 de enero de 2012

La necesidad de una campaña legendaria

Esta entrada pertenece al Carrusel Bloguero de Juegos de Rol. El anfitrión de este mes es Pedro J. Ramos con su blog Veinticinco, proponiendo el tema Campañas Legendarias para el mes de enero de 2012. 

En primer lugar, quiero decir que es la primera entrada con la que voy a participar en el Carrusel, y además es la primera entrada en harina sobre el tema del rol que preparo para el blog. Espero que os guste (¡y que alguien la lea!)

Cuando he leído las entradas de todos los blogs participantes, he podido ver que si que han disfrutado de campañas legendarias y que tienen claro que se necesita para dirigir una campaña legendaria, así como aquellas cosas que hacen legendaria a una campaña.

Por mi parte, me parece un tema algo complicado. Puede ser porque hasta hace muy poco no haya disfrutado de verdad con una de esas Campañas Legendarias y es esta situación la que da  título al post.

¿Qué hace legendaria a una campaña?

Esta es sin lugar a dudas la primera pregunta que me planteo al escribir para el carrusel de este mes. Para mí la respuesta es fácil: una campaña legendaria es aquella en la que puedes desarrollar a tu personaje, no solo subiendo niveles y haciéndolo más poderoso, sino como personaje en sí, interactuando con el entorno, pnjs, resto de jugadores... con lo que pasas a tener un personaje legendario, o como máster, tu grupo se acaba convirtiendo en un grupo legendario en tu entorno de campaña. El mundo es mundo, no solo tiene que ver con los amigos con los que estás sentado en la mesa. Sus decisiones tienen mucho peso en lo que sucede alrededor, son conocidos, respetados o todo lo contrario, pero lo son por méritos propios, porque han "crecido" en el juego.

Que se cumpla una de las dos condiciones según te toque jugar delante o detrás de la pantalla, me parece algo totalmente independiente de si la campaña en sí es comprada o es  casera. 

No estoy diciendo que las campañas compradas no puedan ser legendarias. Para mi, una campaña comprada es un producto, que podrá ser malo o bueno, pero del cual no va a depender el uso que se le de en mi grupo de juego, si bien es cierto que puede ayudar enormemente a que el resultado sea legendario. Esto queda claro con los ejemplos que se han comentado en el carrusel, con el que yo me quedo sobre todo con El Enemigo Interior.

Una vez se tiene la campaña legendaria, ¿cómo saber que es legendaria? Esto es lo más sencillo del mundo. Es la campaña por excelencia. La campaña de referencia. La que se menciona en una de cada tres sesiones de juego del grupo y la que de vez en cuando se intenta emular por parte de algunos de los jugadores que quieren dirigir algo (y no me estoy refiriendo a grupos de gente nueva en el rol).

Esta es la campaña que hace poso, y que, aunque suene un tanto cursi, da cohesión al grupo de juego. Es la campaña que si por motivos de la vida, te toca cambiar de grupo, de entorno, o hasta de ciudad, y buscas gente nueva para continuar con esta maravillosa afición, no dejarás de comentar. Si empiezas a jugar en el sistema de la campaña legendaria no dudarás en decir -Buah, hace x años jugamos en tal sitio a esto, y bueno, tenía un guerrero con una espada forjada por un enano y encantada por un elfo con metal de cuerno de demonio que alucinas- Y no es solo fardar de que tu personaje llegase a nivel  mil millones, sino la forma en que hablas de esa campaña, el recuerdo casi nostálgico y sin el casi de la misma. 

Es prácticamente como un galón en los juegos de rol. Sin tu campaña legendaria estás como vacío. Cuando te juntas con otros roleros para jugar tienes la sensación de que tu no has tenido esa campaña legendaria.

La necesidad de la campaña legendaria

Hablando a través de la experiencia, llevo en esto del rol desde hace unos 12 años (año arriba año abajo). Mi primera partida fue de Warhammer Fantasía JdR, en primera edición de cartoné y en blanco y negro. Tras dos sesiones cortas, en las que estábamos 8 críos jugando con un máster que tampoco tenía mucha idea de como jugar decidí que aquello era lo mío. Que un juego que venía en un libro, usaba dados tan molones y consistía en hablar e interpretar un personaje me encantaba. Y en ese momento empezó mi andadura con el rol. 

Los primeros años jugué muchas campañas cortas, casi todas improvisadas, siguiendo tópicos y clichés del cine, cómics, novelas y todo lo que pillaba, y aquello estaba bien, pero no me acababa de llenar. Me faltaba continuidad, desarrollar al personaje, hacerlo legendario.

Con el tiempo vi como mi destino era ser eterno máster (de lo que hablaré próximamente en el blog), así que empecé a buscar fórmulas más complejas. Campañas con tramas con cierta profundidad, largas, pensando en que los personajes que llevaban mis amigos pudiesen crecer, evolucionar.

Durante un tiempo pude jugar de forma más o menos continua. Partidas más largas, más elaboradas, pero el momento tampoco era bueno. Según nos tocaba hacernos mayores, también nos tocaba dispersarnos. Cuando empezábamos a tener partidas más o menos consistentes cada vez podíamos quedar menos por temas de estudio, trabajo, chicas, salidas nocturnas, hasta que prácticamente el rol se convirtió en algo mucho más esporádico de lo que me gustaría.

Seguía con el mismo problema. No tenía mi campaña legendaria. No había forma de reunir a toda la gente, de reunir un grupo involucrado, los candidatos se alejaban mucho (algunos hasta cruzaron el charco para estudiar en el país de los mariachis).

Cada vez me quemaban más los libros de rol en la estantería. Preparaba cosas, leía de vez en cuando algún manual. Me compraba novedades para leerlas y pensar lo que molaría poder jugar con ellas bien, estrujándolas al máximo. Hasta que al fin, el verano de 2010 hice cuatro llamadas, solo cuatro y tres fueron respondidas.

Quería mi campaña legendaria. Desde entonces, la estamos jugando. Empezamos con tres jugadores y máster. No podíamos (ni podemos) quedar más que en vacaciones, que es cuando todos estamos en la misma ciudad, pero aprovechamos el tiempo. Varias sesiones de entre 5 y 16 horas, continuidad, mucha participación de los jugadores y hasta nuevas incorporaciones.

Para esta campaña no teníamos ni una sola historia, ni una sola campaña comprada. Empezó con un encuentro fortuito que unió al grupo, y ahora mismo su vida depende de que estén juntos, ya que se necesitan unos a otros.

Ahora mismo estoy disfrutando de mi campaña legendaria y como rolero me siento bien. Cuando hablo con alguien de la afición no dudo en decir -Buah, pues en mi partida pasa esto y aquello y bueno, los personajes, alucinas pepinillos- y se nota el tono y la ilusión con la que hablo de ello, y cualquiera puede notar que es mi campaña legendaria.

Esto es posible gracias a cuatro jugadores que le ponen bastantes ganas y al tiempo que le dedicamos todos. Hemos mejorado mucho el juego en general desde que empezamos y ahora hay sesiones en las que las tiradas de dados dejaron de ser hace mucho tiempo el eje determinante de la trama.

Los personajes se han desarrollado mucho, y su influencia en el entorno es cada vez mayor. Sus actos en la partida me permiten continuar escribiendo la historia, reforzar la trama y dotarla de profundidad. Como máster empiezo a tener a mi grupo legendario.

¿Una sola campaña legendaria?

¡Desde luego que no!. Con esta pregunta que cierra la entrada solo me queda decir que además de la campaña legendaria que me toca dirigir, he tenido la suerte de entrar en lo que lleva siendo una campaña legendaria desde hace mucho tiempo, con personajes muy desarrollados de los que estoy aprendiendo mucho, y además de eso, hay previsión de que empiece otra que sea legendaria también.

Aquí está uno de esos pequeños secretos del rol. Conseguir que todo lo que juegues sea lo más legendario posible. Y cuanto más puedas jugar, más legendario va a ser. Solo queda entonces desearos que juguéis mucho y ¡mucha suerte con los dados!.

8 comentarios:

  1. Hola!

    Un entrada muy entretenida e interesante...

    Sigue así, un saludo

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  2. Me alegro que te haya gustado!

    Poco a poco iré mejorando en todo esto de los blogs (o eso espero! :P)

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  3. Bienvenido al bloggueo y al carrusel, Lord Tiempo. Añado la entrada al listado.

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  4. Una excelente entrada, Lord Tiempo. Permíteme complementar lo comentado exaltando la importancia que tienen, para mí, los personajes y sus jugadores: ellos son la clave que da leyenda a tu campaña. No solo porque se lo pasen bien, sino porque, como bien dice un amigo mío, una partida gusta mucho cuando tus jugadores hablan de ella a espaldas y frente al Máster fuera de la misma, como por ejemplo, en el Burguer King de la esquina o en casa de uno de ellos viendo una peli. Eso es lo que la hace grande e inolvidable, y para esto, hace falta un grupo de jugadores que sigan la estela de la misma todo el tiempo =)

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    1. Estoy totalmente de acuerdo. A eso me refiero, ya no es una campaña, es LA campaña :D. Cuando ves que los jugadores piden más, que les afecta lo que les pasa a sus personajes, que en definitiva están involucrados. Tienes toda la razón!

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  5. ¿En qué sistema y ambientación estás jugando? Me ha picado la curiosidad. Yo estoy a punto de embarcarme también en mi propia campaña legendaria, será con L5R 4ª y tengo un millón de ideas y de manuales y módulos quemándome en la estantería. Será cuestión de ponerse.

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  6. La que estoy llevando yo, y está siendo legendaria la estamos jugando con Anima. El sistema es bastante farragoso, pero de cara a la partida, jugadores en principio muy parecidos pueden adaptarse a las nuevas exigencias de la partida y eso nos gusta bastante como funciona.

    Sobre lo de ponerse a preparar algo aprovéchalo. Solo es ponerse y plantear una opción firme a la gente con la que quieres jugar. Vamos a jugar a esto, y como director quiero que os mojéis y me digáis si estáis comprometidos a sacar una partidaza adelante, porque yo me comprometo a currármelo.

    Lo bueno del rol es que es muy agradecido. El currele del máster al preparar la partida repercute directamente en la partida y se nota :D

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  7. Yo creo que todo director tiene espinas que quitarse: Una campña legendaria, un sandbox, y seguramente un setting/juego. Paso a paso. Buen artículo y gracias por el enlace.

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