Desde hace no mucho tiempo estoy teniendo la suerte de además de dirigir partidas jugarlas. Me toca por tanto estar en frente de la pantalla y no detrás, así que me rijo por una máxima habitual mía para todo. Hago lo que me gustaría que hiciesen conmigo.
Cuando dirijo partidas procuro prepararme al máximo las sesiones. Personajes completos, complejos, con personalidad y vida propia dentro del ambiente de juego. Mi intención es siempre conseguir entornos elaborados, para que la experiencia del juego sea la mejor posible. Pero esto tiene también sus desventajas. Cuando tienes un entorno tan rico, siempre es muy problemático estar pendiente, además de a la trama, a todo el tema de reglas y ver que hace cada uno de los personajes. De hecho es muy agobiante estar explicando parte de una trama muy trabajada mientras un jugador te pregunta como aplicar tal o cual regla.
Otra cosa que te va destrozar el ambiente de la partida son las interrupciones para mirar el libro de reglas y el revuelo o la distracción que suele suponer esto en la mayoría (por no decir todos) los casos en que se haga.
Como ya dije antes, ahora tengo la suerte de poder jugar, y como tal, procuro prepararme las partidas como jugador. Si si, como jugador. Esto es además de hacer la ficha de personaje, elaborar un pequeño resumen de las reglas que aplica mi pj. En juegos complejos es importante saber que puedes y que no puedes hacer. Como gastar tus puntos, tus cosas, todo. Y ya no solo lo hago por el director de juego, mostrando mi respeto a su partida, si no por mi, para poder disponer de todas las opciones que brinda el manual (que a priori suponemos equilibradas). Esto no hay que confundirlo con un munchkineo. Nada más lejos de la realidad. Se trata de tener toda la información atada, no buscar un personaje optimizado.
Estoy pensando en la partida que estoy jugando ahora mismo de Hombre Lobo: El Apocalipsis. Empecé a jugar hace unos meses, y por motivos de tiempo y todo lo demás, me ha costado bastante hacerme con las reglas. De hecho, estaba muy perdido. En parte por incorporarme a una partida compleja, con muchos años de juego y en la que mi principal preocupación había sido hasta ahora la interacción con los otros personajes. La otra parte que falta a esto es que no tocaba el sistema de MdT antiguo desde hace por lo menos 6 años, y se nota. Se nota mucho. Más cuando en la mesa se juega con prácticamente todos los manuales del juego. Es una avalancha de información muy importante.
En ciernes de empezar una partida de El Señor de los Anillos (CODA), he preparado exactamente lo mismo. La parte de atrás de mi ficha de personaje es un resumen lo más completo que he podido explicando sus dotes, que puede hacer en turno y que no, y todas las cuestiones con las que espero agilizar la partida y facilitar la labor al director de juego.
Parte de atrás de la hoja de ESDLA |
Además de el tema de reglas desde luego está el diario de juego. La mejor forma de recoger toda la información de la partida es mediante un pequeño diario de las sesiones, roleos entre sesiones y en general todo lo que tenga que ver con la partida. Esto no solo va a facilitar la tarea del director, si no que va a ser muy beneficioso para el resto de jugadores: es la mejor forma de diferenciar entre lo que realmente sabe el personaje y lo que realmente sabe el jugador.
A donde quiero llegar es que como todos sabemos el rol es un juego de sociedad, en el cual el aporte de cada uno no solo le va a beneficiar a él sino también al resto del grupo. De ésta forma, es fácil echar la cuenta que cuantas más personas sean en una mesa de juego el máster va a estar mucho más jodido, pero si cada uno de los jugadores aporta agilidad a la partida con algunas ideas como las que escribo en ésta entrada, la ganancia se incrementa exponencialmente. Para todos.
Así que para despedir el tema, animo a todos los jugadores a que piensen en ello, y a ver si sería o no de ayuda que cada uno tuviese su pequeño resumen de reglas sobre su personaje a la hora de jugar.
Huelga decir que en situaciones en las que las reglas se conocen al dedillo, esto ya no es necesario, pero sobre todo en primeras partidas con juegos nuevos, o poco habituales, resulta fundamental. Así como en partidas esporádicas con el mismo juego. De hecho, como máster, se me ocurre recompensar (comprar) a los jugadores, para que hagan algo de esto, mediante unos puntillos de experiencia.
¿Qué opináis directores y jugadores al respecto de todo esto?
¡Un saludo!
Yo opino que estoy de acuerdo con todo, pero que a mi personalmente me puede la vagancia xDD por qué te crees que ya no dirijo partidas? Buen artículo tío!
ResponderEliminar