Por fin acabé los exámenes. Al final me fue peor de lo que me gustaría pero (un poco) mejor de lo que me esperaba. Este ha sido mi primer mes de exámenes desde que tengo el blog y, como no podía ser de otra manera, he pecado de novato. He estado casi un mes sin colgar nada nuevo y ha sido sobre todo por no caer en las herramientas que blogger pone a disposición a todos los que tenemos algo que contar. Espero que no me vuelva a pasar.
Ha sido un mes bastante intenso y lo primero que he hecho nada más acabar ha sido comprar rol y acabar el one-shot de Aventuras en la Marca del Este, del que además hablo aquí, y que acabaré transformando en una pequeña partida corta para colgar en El Castillo.
Una de las cosas que puse en práctica en la partida fue lo que he leído durante este mes sobre el metajuego, el metaroleo o como cada uno lo quiera llamar. Si mal no recuerdo, una de las entradas que me llamó mucho la atención al respecto fue esta de Psitopía. También está esta tira del Sistema D13 que me inspiró bastante (el webcómic D13 es muy recomendable en todas sus tiras). Ahora no estoy seguro de si hubo algún artículo más, así que si hubo alguien que escribiese en Junio sobre el metajuego en su blog de rol, que levante la mano, porque seguro que también me inspiró.
Lo que hice fue pillar a los personajes en dos renuncios. El primero de ellos es tras darles el nombres de las criaturas que había de por medio, unos simples kobolds. El problema es que ninguno de los personajes era de la zona y el llamar a esas criaturas que los lugareños llamaban mediatijas (medio lagartijas) les puso en un aprieto bastante importante cuando querían pasar desapercibidos.
El segundo fue, cuando tras una cruenta batalla en un templo abandonado del Gran Pantano, los personajes perdieron el rumbo entre la niebla, mientras se dejaban llevar con su barca ayudándose de rudimentarias pértigas. Acabaron encontrando una especie de puesto de avanzadilla enano, comunicado con las fortalezas de las montañas por un inmenso túnel de piedra que discurría bajo el pantano por kilómetros. Se metieron en él, encontraron comida, un camino totalmente recto y algo que parecía indicarles que avanzasen. Su único impedimento una puerta que parecía dar a la profundidad de las aguas corrompidas, y así fue. Galería anegada y tres aventureros muertos. Ni mucho menos estaba en mis planes que muriesen de una forma tan poco heroica, pero así fue.
¡Creíamos que nos lo ponías para que siguiésemos avanzando!
Lo que más me gusto fue la frase de uno de los jugadores ¡Creíamos que nos lo ponías para que siguiésemos avanzando!. No suelo ser un máster cabrón, me gusta jugar, pero quiero evitar partidas en las que los personajes se crean dioses inmortales. Y más ante situaciones absurdas. La curiosidad mató al gato, pero el sentido común les hubiese dado la vida a los personajes. La partida fue muy divertida, o eso quiero pensar. No es el final de capítulo que esperaba, pero me da pie a que pasen cosas mucho más interesantes todavía.
Para finalizar, una entrada del Faterblog, que me gustó mucho sobre la difícil situación de director ante la muerte de los personajes de sus jugadores y que también me ha dado que pensar con lo que ha pasado estos días.
Un saludo ;D
¡Hey! Me alegro de que hayas terminado ya. mí aún me quedan dos semanas, ya luego seguiré tu ejemplo y retomaré la actividad blogo/rolera... ¡A sufrir!
ResponderEliminar¡Un saludo!
Mucho ánimo! ;)
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