miércoles, 19 de septiembre de 2012

Carrusel Bloguero: Joyas en la Arena

Aunque otro mes llego un poco tarde al Carrusel Bloguero de Juegos de Rol, llego, que es lo importante, y lo mejor de todo es que poco a poco recobro la rutina y me voy haciendo con un ritmo de entradas interesante, después del parón sufrido en los últimos meses. 


Para los que aún no lo sepan, o no tengan claro si participar o no, el Carrusel Bloguero de Juegos de Rol es una iniciativa libre, en la que pueden participar todos aquellos blogs escritos en castellano en los que el rol esté entre sus temáticas principales. Para participar escribiendo sobre el tema que propone el anfitrión, tan solo es necesario armarse de valor, pociones y ganas. Con eso, y una entrada escrita solo se ha de acudir a la entrada anfitriona indicando que se participa. Para ser el amo y señor del tema del mes, o lo que es lo mismo, el anfitrión, un consejo de sabios tuvo a bien crear un documento de Google Docs público. A ese documento se puede acceder pinchando aquí. Aunque está de más, siempre es bueno recordar que esto tiene su pequeña responsabilidad, así que si alguien decide postularse como anfitrión, que no se olvide de cumplir, o las consecuencias serán terribles (más o menos).


Las entradas participantes se pueden ver en la entrada anfitriona y también en la página web de El Rol de Siempre, dedicada al Carrusel.

El anfitrión de este mes es PoBa, en su blog La Torre de Ámbar. El tema que nos propone es Joyas en la Arena haciendo referencia a todos aquellos juegos que el tiempo ha enterrado dejando las esquinas a la vista, o en algunos casos ni eso. Se trata de un tema muy interesante y con el que podríamos debatir horas y horas con una buena cerveza en la mano. Sin más dilación, hablaré de mi Joya en la Arena.

Anno Domini. El Demonio siempre quiere que olvidéis.


Se trata de un juego publicado por Ediciones Ucronia, hace ya casi 12 años. Traído a la tierra desde las puertas del infierno por Manuel J. Sueiro, Anotnio Álvarez y Juan Antonio Huerta. Se trata de un libro de 356 páginas en blanco y negro, con portada de cartoné a color. El juego dispone de un básico, Anno Domini: Adventus Averni ad Terram y dos suplementos: La Marca de los Profetas y La Búsqueda del Preste Juan. Libro I Pater. Creo que los dos son aventuras, pero solo puedo confirmalo del primero. El otro está a punto de caer y lo tengo ojeado, pero el problema es, como siempre, cuestión de euros. Ni que decir cabe que ya no se edita y eso lo convierte en una joya en la arena.

Ambientación

En el año 1000, en vez de cambiar de milenio, como cabría esperar, sucede lo que los más agoreros se temían. El fin del mundo. El acabose. El mundo se abrió, llegarón los jinetes del Apocalipsis dando paso a innumerables hordas de demonios que lo único que querían eran pelearse por dominios en los que poder atormentar almas humanas como solo un demonio puede hacer, a base de una sutil (a veces no tan sutil) corrupción. Con el paso de los años, las principales ciudades de la Baja Edad Media lo seguían siendo, pero demoniacas. Donde una vez hubo reliquias santas, ahora había puentes directos al infierno, de donde emanaban sus vapores y corrupciones, consiguiendo que las tierras alrededor de estos núcleos se convirtiesen poco a poco en la viva imagen del averno. Tras 255 años aún quedan humanos libres. Bueno, libres es decir mucho. Aún quedan humanos. Atados a economías de subsistencia prácticamente primitivas, viviendo en cuevas, en el interior de los bosques, en las montañas más profundas y en los lugares más alejados. Unos de otros. Todos de todos. Los demonios hacen cacerías buscando estos lugares.  No todo va a ser penuria. Dios no ha olvidado y ahora, más que nunca, hay virtuosos de las tres religiones que le adoran, que nacen señalados, dotados y capaces de realizar las más increíbles proezas. Algunos demonios les odian en sus cubiles mientras susurran su nombre, otros se dedican a buscarlos con el único fin de corromperlos, por ser la mano ejecutora de Dios. Sus actos en la tierra. Se trata de los justos. 

Sistema

El sistema de juego utiliza dados D10 y pone en juego atributos y sus habilidades dependientes. Para hacernos una idea rápida tiene rasgos comunes con MdT y BRP. Se tiran tantos dados como habilidad + atributo y se cuentan éxitos sobre un valor objetivo. Ese valor objetivo viene marcado por el atributo. Además de eso contempla también diferentes grados de éxito y la probabilidad de obtener críticos y pifias. Incorpora además un dado especial, que es el dado del juicio. Se trata de un dado extra que permite conseguir las mayores proezas así como las mayores desgracias.

La explicación del sistema en el libro es un tanto farragosa y cuesta hacerse con él en las primeras partidas. En cambio, me parece un sistema muy completo que permite relacionar de una forma coherente unos atributos generales y las habilidades que dependen de ellos. Además se puede modificar con malus y bonus y tiene el detalle del dado del juicio.

La lista de habilidades es muy sencilla y por lo demás es un juego completo. De hecho, es uno de los juegos que más cariño tengo. En su momento jugué bastante, pero coincidió con mi último verano después del instituto, que lo acabé trabajando, y la partida quedó a medias. Este verano hemos intentado retormarlo y en ello estamos ahora mismo.

La hoja de personaje que viene en el libro es sencilla y completa, el mayor problema que me he encontrado ha sido disponer de una en buena calidad. Y como no le veía solución, decidí hacerme una. Es una adaptación muy sencilla y espero que funcional, que se puede encontrar en la sección de descargas de éste blog :D, es decir, pinchando aquí. La creación de personajes es bastante sencilla y permite jugar desde con un humano normal hasta con un demonio que busca expandir sus dominios. Como se indica a lo largo del juego, se centra bastante en la parte narrativa, pero dispone de un sistema de combate bastante ágil, que funciona por heridas.

Otra de las cosas con las que cuenta el libro es con una enorme guía de "poderes" así como un sistema de culpa y pecados. Se trata de interpretar a un personaje en un mundo infernal que puede ser tentado y puede sobreponerse o no.

Historia del juego

Otro de los puntos fuertes del juego es su detallada ambientación. En el manual básico nos encontramos con más de 100 páginas a doble columna sobre la situación de la tierra, los diferentes credos y la expansión demoniaca, con bastantes detalles y bien redactada. El desarrollo es bastante consistente.

Sobre el manual

Como dice la gente de la Base Secreta un buen manual tiene que venir completito y este viene. TIene un bestiario extenso, explicando diferentes demonios y agrupaciones de demonios, jerarquías y sus problemas. A lo largo de los capítulos del libro se narra una historia que puede servir como introducción, pero por si fuera poco, el libro trae tres aventuras listas para jugar. Una para introducir a los jugadores y otra para gente un poco más adulta, ya que toca algunos temas escabrosos. No hay que olvidar que el juego va de demonios como encarnación de los pecados y de las cosas más horribles que puede hacer el hombre de la edad media. De la tercera aventura no me acuerdo muy bien ahora mismo, así que no diré nada.

La calidad es bastante buena, el papel es grueso y tiene un buen tamaño de letra, sin fondos recargados ni nada parecido. Incorpora algunos cuadros explicativos con consejos y aclaraciones, pero en muchos casos se quedan cortos o se echan de menos. Al principio es complicado manejarse con él, ya que algunas de las cosas que más se van a utilizar en partida están un tanto dispersas. 

En cuanto a las ilustraciones, hay pocas y no son nada del otro mundo. La más llamativa es la portada, el Triunfo de la Muerte de Breugel. De las interiores he leído alguna vez bastantes críticas, pero a mi no me desagradan tanto. TIenen un toque como de códice medieval que encaja bastante bien con lo que quiere transmitir el libro.

Quítame esa arena de ahí y dime por qué te gusta


El mayor problema, en mi opinión, para este juego, es otro juego. Otro juego de pluma nacional y con una temática un tanto parecida. Si no sabéis de que decano estoy hablando, que venga el espaghetti volador y os de albóndigas con tomate (o probadlo, porque es la caña). Se trata de Aquelarre. Son dos juegos con temáticas similares y en periodos similares, aunque tengan enfoques diferentes, no es difícil jugar a lo que propone el uno usando el otro y viceversa. También puede ser que su salida coincidiese con un periodo un tanto nefasto para el rol en castellano y tenga algo que ver que la editorial quedase sepultada, aunque gracias a los hados, ha renacido como el ave fénix (y me tienen que enviar La Mirada del Centinela y el Saeptum Arbitri... :P)

Supongo que ya se haya notado, pero este juego me gusta bastante. De hecho, le tengo mucho cariño y es uno de los primeros que los jugadores y yo nos tomamos en serio a la hora de interpretar y tuvimos unas cuantas sesiones de tensión y terror medieval.

Si tenéis la oportunidad de probarlo, hacedlo, pero pensando desde el principio en encontrar un mundo muy decadente, a punto de morir en el que la esperanza se puede convertir en penuria en lo que canta un gallo. También puede ser muy divertido de jugar si se plantea como un Juego de Tronos a lo demoniaco. 

Sin lugar a dudas, toda una Joya en la Arena.

3 comentarios:

  1. Por estos lares tiene MUY mala fama. Se le llama Dominio Anal y cuando en los Rúnicos tocaba uno en ocasiones los he visto TIRADOS en la basura.
    Yo lo tengo, es más, lo compré a NSR en los Encuentros Rúnicos del año catapum por una miseria, y aunque la idea en general me gustaba el juego tiene para mi dos importantes problemas:
    1-El menor de ellos es que por dentro de es feo. Tal cual. Los dibujos son horribles de puro malo.

    2-Una vez leído dos y diez veces aún no he sabido muy bien como coño hacer una partida de Anno Domini. Y lo mismo me dicen otras 12 personas que tienen el libro, una de ellas una Master que lo cogió entusiasmada y acabó asqueada de él.
    Quizás el enfoque humano sea el equivocado, y que el original A.D. podría haber aprovechado mejor, mucho mejor, su enorme trasfondo para hacer, como bien dices, un juego de tronos demoníaco en vez de una cosa épica creyente.

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    1. Supongo que sea cuestión de enfoques. Por mi parte, tenemos bastante cariño al juego y nos han salido algunas cosas interesantes. Como ya digo, hubo una partida que jugamos bastante y no nos decepcionó.

      Sobre los dibujos, desde luego no son como los que puede haber en Pathfinder pero tampoco creo que sea cuestión de lapidar al juego por ello. Yo desde luego no podría ilustrarlo mejor xD

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  2. Si bien es cierto que la premisa se asemeja al Akelarre y Ablaneda, al manejar una ambientación que me parece se extiende por toda la vieja europa, le permite a los jugadores que sabemos poco de historia el jugar con mayor facilidad, sin dudas...Me encanto la reseña :)

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